Cada país (o grupo de países como en el caso de la Unión Europea) tiene una divisa (moneda) específica por la cual se rige la economía de la nación. El tipo de cambio hace referencia a las diferencias que existen entre cada divisa.
Por ejemplo, si tomamos como referencia dos de las divisas más usadas en la economía internacional, podemos decir que el tipo de cambio del euro respecto al dólar estadounidense es de 1.10; o el dólar estadounidense respecto al euro es de 0.90.
Hace referencia al valor de una divisa extranjera teniendo en cuenta la moneda nacional. Por ejemplo, el tipo de cambio nominal del euro respecto al dólar estadounidense es de 1€ = 1.10$. Cuanto menos dinero se necesite para comprar otra divisa, más fuerte será la primera moneda.
Valor de los bienes nacionales en comparación con una divisa extranjera.
Su índice se determina según la situación actual del mercado de divisas (oferta y demanda).
Lo establece un organismo económico gubernamental (Banco Central) y la misma institución se encarga de sus transacciones (compra / venta de divisas).
Los tres factores principales que influyen en las variaciones de los tipos de cambio son:
La economía de un país se basa en gran medida en el número de operaciones internacionales que realiza con otras naciones (es decir, las importaciones y las exportaciones) y esto puede tener una gran repercusión en el precio de los bienes y productos que llegan al consumidor final.
Por ejemplo, si hace un año importar aguacates desde Ecuador (país latinoamericano cuya divisa oficial es el dólar estadounidense) costaba dos euros por kilo pero en la actualidad el dólar estadounidense tiene un tipo de cambio más fuerte respecto al euro, esto significa que la importación de este mismo producto será más elevada y o bien las empresas que trabajan con este producto o los consumidores finales tendrán que asumir el incremento del artículo agrícola debido al tipo cambiario.